1. La CERVICALGIA es uno de los problemas más comunes que nos impiden disfrutar del bienestar de una columna vertebral sana. Su aparición puede tener diversos orígenes o estar asociada como síntoma de otro problema. Los más comunes son:

• el traumatismo
• el derrumbamiento postural
• la pérdida de tono en la musculatura sostén de la columna
• un exceso de curvatura cervical
• una mala postura o un mal gesto brusco
• artrosis, protusión o hernia discal, etc.

En general, y mucho más si es crónico, el dolor cervical se produce cuando algún nervio del cuello es pinzado en la articulación intervertebral o a nivel del hombro o de los omóplatos. Puede ser violentamente, como un accidente o un mal gesto fuerte, o puede deberse a un hábito de compresión constante durante mucho tiempo.

2. En todo caso de dolor cervical es importante hacer espacio entre las vértebras. La columna dorsal debe movilizarse en extensión (alargamiento), rotación y flexión, moderando los movimientos del cuello (especialmente si hay hernia) siempre con el cinturón escapular bien sujeto y los brazos activos. Es altamente aconsejable apoyar la frente a una altura razonable durante las flexiones hasta no controlar del todo la musculatura de los trapecios y el cuello.

¿Para quién sí es este taller?

Pueden practicarlo personas...

• žCon artrosis en las vértebras.
  
• žCon una o dos protusiones o hernias cervicales (si existen complicaciones añadidas, consultar con un especialista). ž
• Con una o dos discopatías cervicales. ž
• Con escoliosis de hasta 25°. ž
• Con hiper-lordosis cervical (exceso de curvatura)
  
• žCon dolor crónico postural o por aplastamiento vertebral. ž
• Que padecen ocasionalmente episodios de dolor cervical.
• Que padecen ocasionalmente episodios de vértigo de origen mecánico.
  
• Que padeden de migraña tensional de origen mecánico. ž
• Preventivamente, cualquier persona de más de 25 años que permanezca sentada más de 4 horas seguidas al día.

Nota: si crees que tu caso está fuera de la lista anterior, debes consultar con un profesional de la salud (fisioterapéuta, osteópata, etc.) sobre la idoneidad de tu participación en el taller.

Beneficios 'directos' de la práctica continua

1. Disminuye radicalmente el nivel de dolor.
2. Se alcanza una extensión (alargamiento) óptima intervertebral.
   
3. Se fortalece la musculatura de la espalda y se tonifica el cinturón escapular.
   
4. Se alcanza el tono óptimo de la musculatura de la columna, por lo que no vuelven a comprimirse las vértebras.