Tu opinión es importante para mí

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Amparo

Hola!

Me llamo Amparo Gisbert Ibáñez, tengo 42 años, estudié técnico administrativo y parte de mi vida he estado trabajando en puestos donde desarrollaba dicha profesión. Actualmente soy ama de casa por decisión personal, decisión perfecta y correcta que tomé en cierto momento de mi vida, la cual me dio la oportunidad de replantearme mi forma de ver y experimentar la vida; ya que, he descubierto lo sencilla y amorosa que puede ser la vida cuando nos abrazamos a ella en vez de resistirnos y luchar por aquello que no nos gusta.

Durante estos años de cambio en mi vida, he leído mucho y encontrado muchas técnicas para vivir de forma más coherente con nosotros mismos. Todos estos recursos son maravillosos porque te dan el apoyo y te facilitan el camino al descubrimiento del Ser. Pero llega un momento en el que comprendes que toda sabiduría está dentro de nosotros y no en el exterior. Te das cuenta de que todo el exterior al que has culpabilizado de tus males, es el simple reflejo de tu interior, porque "como es dentro, es fuera". Y por ello, cuando cambias tu programación interna, automáticamente cambia tu exterior. Pasas a darte cuenta que todo está conectado, todo es uno y por lo primero que hemos de empezar es por sentir nuestra unión de cuerpo-mente-espíritu.

Bien, pues en este precioso caminar, después de haber leído algo sobre el Yoga, he descubierto en primera persona esta técnica. Llevo practicando esta disciplina muy poquito tiempo, pero el suficiente para darme cuenta que existe todo un mundo de bienestar detrás del Yoga!! Y es que con lo que ya he experimentado, puedo decir que para mí es una de las técnicas más directas y potentes en la unión mente-cuerpo.

Con esta práctica siento como entro en contacto con mi cuerpo, como mi respiración se comunica conmigo, y esto me hace ser más consciente de dicha respiración y poder usarla como herramienta maravillosa en ciertos momentos. Sentir de verdad lo que es una respiración consciente.

El Yoga me ayuda a experimentar como se va aclarando y acallando mi mente a través de ir calmando mi cuerpo con los ejercicios. Y es que, en este tiempo que llevo practicando, me he dado cuenta que poco a poco estoy aprendiendo a escuchar a mi cuerpo y de esta forma atenderlo de forma consciente.

Me está interesando mucho esta disciplina porque junto con la meditación creo que es el perfecto camino para llegar a una mayor compresión de la vida y para un mayor crecimiento personal que nos permite vivir siempre DESDE Y PARA LA PAZ INTERNA!!, porque como muy bien dijo Gandhi: "La paz comienza dentro de uno mismo".

Otro aspecto positivo que veo en el Yoga es que con él experimento la sensación del "Aceptar", ya que cuando practico yoga, siento que estoy aceptando mi parte física en ese momento presente. Siento mi cuerpo en ese momento tal y como es, con todas sus molestias o placeres, sin competir con nada, simplemente aceptando y sintiendo cada sensación que me ofrece mi cuerpo con cada movimiento. Siento como voy estableciendo un diálogo con él y éste me va guiando hacia la postura correcta, y por ello, mi mente se concentra y toma plena conciencia de ese momento presente, siendo mi mente capaz de callarse de todo ruido externo y poder disfrutar del auténtico "AQUÍ Y AHORA".

En definitiva, para mí, mis clases de Yoga con Antonio las definiría como el lugar y espacio donde yo me encuentro conmigo misma, me siento comunicada con mi cuerpo y siento que crezco personalmente en el día a día. Por ello, desde aquí, muestro mi profundo agradecimiento al Yoga y por supuesto a Antonio, mi profesor, quien me enseña y acompaña en este crecimiento. Muchísimas gracias!!

Rosi

¡Hola! Me llamo Rosalía y quiero contaros mi experiencia con la práctica de yoga.
Siempre he sido una persona muy activa, hacia gimnasia de mantenimiento hasta que empecé a tener problemas de espalda. El médico me recomendó que practicara yoga. Al principio no estaba muy convencida, pues pensaba que el yoga me iba a aburrir. Tenía una idea muy equivocada, pensaba que solo se trataba de relajación y meditación.
Ahora hace años que lo practico y no sólo me siento mucho mejor de mi dolor de espalda sino que me aporta tranquilidad, otra forma de ver la vida y de afrontar los problemas cotidianos. Cuando voy a clase de yoga siento que el tiempo se detiene. Ese momento es sólo para mí. Me permite conectar con mi yo interno, me olvido de lo que he hecho antes de clase y de lo que tengo por hacer el resto del día. Me aporta calma y sosiego.
Pienso seguir haciendo yoga mucho tiempo más. Me da mucha positividad física y mental. Os recomiendo que empecéis a practicar.
Saludos,
Namasté.